El 21 de septiembre se celebró en Retamares una carrera a motor autorizada por el Ministerio de Defensa que molestó a la fauna y la flora

El sábado 21 de septiembre se celebró en los terrenos de Retamares una prueba del campeonato madrileño de Rallyes de Tierra 2019. Una prueba de motor, con más de 60 coches participantes que, durante un recorrido de 12 kilómetros, ocuparon estos terrenos que se encuentran dentro del proyecto del Corredor Ecológico del Suroeste.

Una zona por donde transcurren dos arroyos, el Valchico y el Meaques, afluentes del río Manzanares, una vía pecuaria, la Cañada Real de Madrid, protegida por ley, y donde viven más de un centenar de especies: desde multitud de aves con alto valor ornitológico como el búho chico o el águila imperial que campea por estas llanuras, a pequeños mamíferos como el conejo, el zorro, la gineta, el turón o el meloncillo o reptiles como la culebra de escalera.

La prueba deportiva ha contado con la aprobación del Ministerio de Defensa, titular de los terrenos, y la pasividad del Área de Vías Pecuarias. Es el segundo año consecutivo que se celebra esta carrera cronometrada. Como plataforma vecinal, conformada por asociaciones y grupos ecologistas, nos parece inconveniente que continúe celebrándose los próximos años.

El ruido, la compactación y erosión de los suelos, la contaminación atmosférica, la aglomeración de espectadores (que acuden en vehículos que aparcan de manera informal en los alrededores, ya que no existen aparcamientos vigilados para ello), nos parecen indicadores de lo inadecuado de celebrar este tipo de eventos en una zona natural y llena de vida.

Por todo ello, pedimos a las autoridades competentes que no vuelvan a autorizar otra competición de motor en la zona y se busque un entorno más adecuado.

Además, recordamos que esta plataforma ha solicitado formalmente a través de los ayuntamientos comprometidos que se protejan estos terrenos. Una PNL (Proposición No de Ley), aprobada por los partidos políticos en la Asamblea de Madrid por mayoría, solicita la protección legal y el adecuado trato a estos terrenos de alto valor ecológico.